María empezó a bailar lindy hop en 2013, gracias a la recomendación de un amigo que sabía que le apasionaba la música jazz. En poco tiempo se enamoró perdidamente de este baile afroamericano. Desde aquel momento, su formación como bailarina de lindy hop se ha complementado con el aprendizaje de otros bailes coetáneos al mismo, como el blues, el authentic jazz y el tap, así como de bailes afro más contemporáneos, como el hip hop y el afroabeats. 

Su pasión por este baile desembocó en un interés por el entendimiento de la problemática social que conlleva, interés que se manifestó en el desarrollo de una investigación doctoral. Concretamente, su tesis estudia la representación del cuerpo afroamericano en el cine musical hollywoodense de los años treinta, centrándose en el fenómeno del blackface musical.