¿Recordáis la semana pasada que Ella había perdido un monedero amarillo? ¡Lo encontró! Qué ilusión, ¿verdad?

A pesar de que Ella Fitzgerald y la orquesta de Chick Webb grabaran ambas canciones prácticamente seguidas en 1938, la continuación no tuvo tanto éxito como A-Tisket A-Tasket. Sí estuvo 3ª en la lista de los 100 éxitos de ese año, pero A-Tisket A-Tasket se convirtió en una canción referente del swing. Y es que ya se sabe… Las segundas partes nunca fueron buenas.

El “scat singing” o “scatting” es un recurso característico del jazz mediante el cual la/el cantante pronuncia sílabas sin sentido pero con una melodía muy clara, comunicándose perfectamente sin necesidad de articular una frase con sujeto, verbo y predicado. Ella Fitzgerald lo usó hasta la saciedad, y no nos importa lo más mínimo, siempre nos comunica su esencia.

Esta semana os dejamos, pues, esta canción continuación de A-Tisket A-Tasket; es simple y fácil, como la anterior, de unos pocos bpm más (170 bpm en este caso, respecto los 165 bpm de la otra)