El Salón AMAYA y los “POLLOS DEL SWING”
El rechazo que al Régimen Franquista le producía la música Jazz se vociferaba desde la REVISTA “RITMO”, principal órgano difusor del antiamericanismo que caracterizó a la dictadura. Las circunstancias cambiaron a partir de 1943, cuando la victoria Aliada en la Segunda Guerra Mundial parecía inevitable y el Régimen optó por la neutralidad. La REVISTA “DESTINO” decía en uno de sus artículos que los redactores de la publicación se declaraban “golosos de sus ritmos y sonoridades”. Desde entonces, Destino dedicó artículos al jazz en España y en Barcelona casi semanalmente, reseñando conciertos, discos, películas y otras novedades.
En este nuevo contexto de permisividad y tolerancia hacia el jazz provocado por la necesidad de supervivencia de la dictadura (que buscaba evitar el aislamiento internacional), no es de extrañar el éxito del SALÓN AMAYA EN EL PARALELO, el preferido de los jóvenes barceloneses durante los años 40. En el Amaya se congregaban los “POLLOS SWING”: pelo abundante y untoso, chaqueta de hilo, camisa de cuello largo, corbata a rayas, pantalón por encima del tobillo y del brazo la Chica Swing: falda acampanada justo por debajo de la rodilla y zapatos modelo “topolino”.

Los protagonistas de la sala eran el “ Freddy”, el “Patillas” el “ Melenas”, GITANOS vestidos a la moda swing que se reunían en el Bar LA CUBANA, al lado del Salón. No todos eran Calé, pero formaban parte del grupo, incluidas algunas chicas como la “Blanca”, la “Bacilo” y la “Queca”.
En general se les conocía a todos ellos como “LOS GITANOS DEL SWING” Y ERAN LOS PROTAGONISTAS DEL AMAYA. Poco a poco impusieron una forma acrobática y excéntrica de bailar, que se conoció como “ ESTILO AMAYA” una manera distinta y más atrevida de bailar, con una intensidad rítmica que superaba con mucho a como se bailaba el swing en otros locales de la ciudad.Entre ellos estaba también el “sardineta” un mozo inquieto y nervioso que cuando sonaba el “ boogie boogie” se adueñaba de la pista y atemorizaba al resto de las parejas por la velocidad de sus piernas.
Y fue también en el Amaya donde se celebraron en Diciembre de 1944 los primerso LOS PRIMEROS CONCURSOS DE BAILE SWING EN PAREJA, en un ambiente que recordaría por su semejanza a los del Savoy Ballroon de Harlem.
